Malformaciones congénitas
La fisuras labio-palatina y la fisura palatina son las malformaciones faciales congénitas más frecuentes. Son debidas a una alteración en el desarrollo facial. Para tratar correctamente a estos pacientes, el tratamiento debe realizarse por un equipo multidisciplinar y atenderlos desde recién nacidos, ya que requieren atenciones especiales.
Afortunadamente, los defectos son corregibles quirúrgicamente por los cirujanos maxilofaciales: labio (queilorrafia), paladar (palatoplastia, veloplastia), alvéolo (injerto de hueso), nariz (rinoseptoplastia)., etc. Estas cirugías son esenciales para la correcta función del habla y deglución, la buena apariencia facial y la adaptación social del niño. Cada estructura anatómica tiene una edad de corrección quirúrgica óptima dependiendo de su desarrollo, por lo que el seguimiento continuado de estos pacientes es primordial.